Desiertos Intervenidos II / Creando y pensando en paisajes extremos

Tres de los más relevantes artistas de la escena artística contemporánea chilena, formaron parte del taller de vinculación en el Norte de Chile

El Colectivo SE VENDE, grupo a cargo de la gestión y realización de SACO, el Festival de Arte Contemporáneo que ya lleva 7 versiones, realizó entre septiembre y noviembre de este año, el segundo ciclo de laboratorios Desiertos Intervenidos, actividad que surge desde la necesidad y deseo de vincular la práctica artística con una de las geografías y territorios más extremos de la zona norte del país, y así impulsar la creación y reflexión desde la fricción y resistencia del ser humano en un entorno que desafía a la existencia una buena parte del tiempo.

Desiertos Intervenidos II, para esta ocasión se estructuró de 3 módulos liderados por Alejandra Prieto, destacada artista que trabaja con medios que van desde la escultura, la experimentación en carbón y espejos, hasta el videoarte; Juan Castillo, artista visual hoy radicado en Suecia, y que formó parte del grupo C.A.D.A. (Colectivo Acciones de Arte), uno de los colectivos más importantes en la historia del arte contemporáneo chileno; y Catalina González, artista que ya viene trabajando con las tierras nortinas desde hace un buen tiempo, convergiendo desierto, tierra y política.

Alejandra Prieto, quien a través de su trabajo con los más variados materiales encarna en los objetos su propio devenir y los instala en el mundo sensible tal como lo que son, trabajó en Antofagasta y Taltal con 7 participantes. La primera etapa donde se empezó a pensar en lo que desarrollaría en la Quebrada de San Ramón, la que se dice es la mina más antigua en América. Quizás fue la influencia de la artista, o tal vez una buena coincidencia, pero cierto es que quienes asistieron a este primer módulo, ocuparon en su gran mayoría elementos que le proporcionaba el propio paisaje y entorno, referenciándose además en el land art de Robert Smithson y la performance de Ana Mendieta.

Con la participación de: Macarena Laborie (San Pedro de Atacama), Sonia Cuevas (Antofagasta), Tania Gutiérrez (Santiago), Daniela Compagnon (Santiago), Francisco Gabler (Valparaíso) y Jordán Plaza (María Elena), quienes centraron sus intervenciones en la Quebrada de San Ramón y Cifuncho.

El segundo módulo que tuvo lugar también en el mes de septiembre, fue llevado por uno de nuestros artistas más relevantes: Juan Castillo.

El artista con base en Suecia hace más de 30 años, viajó al país y específicamente a Antofagasta, su tierra natal, para ser parte de esta experiencia que no solamente significa convertirse en guía de quienes eligieron este taller, sino que además es una instancia de intercambio, donde para Castillo, ambas partes se nutren y alimentan entre ellas.

Las salitreras Pedro de Valdivia y María Elena funcionaron como marco narrativo con la más linda fotografía, para que tanto los partícipes como el propio artista crearan piezas inspiradas en las polarizadas temperaturas, el extremo paisaje y la vastedad del imponente desierto.

Si bien el viaje a la ciudad que lo vio crecer representa siempre para Castillo algo muy emotivo y significante, la verdad es que para él los seres humanos no pertenecen a un contexto y territorio específico o limitado. Por más que se haya nacido en cierta ciudad y país, cada uno de nosotros, tiene la capacidad de errar por el mundo para establecer una conversación y relación sensata con el otro; la única forma de entender y conocer.

Con la participación de: Constanza Thiers (Santiago), Jordán Plaza (María Elena), Aldair Indra Coronado (Bolivia), Fernanda López (Santiago), Camila Saavedra (Santiago), Carolina Agüero y Sonia Cuevas (Antofagasta) y Geraldine Ahumada (Santiago).

Por último, se realizó entre octubre y noviembre el tercer módulo con Catalina González, que se sirve del video, la instalación y la fotografía entre otros medios y recursos para hablar y pensar el desierto, la pertenencia y desarraigo. Los símbolos los toma para transgredir el tiempo, el espacio y paradójicamente la misma corporeidad de los elementos.

Desde acá, es que invitó a los integrantes de su taller a meditar sobre la condición de pertenecer a un lugar y cómo desde ahí se piensan los límites con nuestros países aledaños, y como es que nuestras estructuras ancestrales han formado nuestra cultura y relación con la tierra, la naturaleza y los elementos más nobles y vírgenes.

Con la participación de: Natalia Pilo (Perú), Claudia León (Colombia – Antofagasta), Lizzania Sanchez (Venezuela), Rosa Valdivia (Concepción), Rocío Toledo (Valparaíso), Geraldina Ahumada (Santiago) y David Corvalán (Calama).