DUELO MIGRATORIO

 

Duelo Migratorio: Taller de Fotograf ía Intercultural

Una mirada a la migración, desde el duelo que se origina al partir y la necesidad de reivindicación de cada individuo, es la propuesta que reunió a más de veinte jóvenes entre 15 y 29 años, provenientes de Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Todos ellos residentes en alguno de los cuatro campamentos del sector Los Arenales de la ciudad de Antofagasta, con vivencias en común en torno a su historia migratoria y con la urgencia de empoderamiento del territorio que habitan. Ahondar en sus historias, me permitió reconstruir la mía propia como migrante interno.

Una gran cantidad de los padres partieron a Chile solos, trabajando varios años hasta poder establecerse para luego trasladar a sus familias. La única manera fue ocupando terrenos ilegalmente, debido a lo excesivamente costosa que es la ciudad, denominada “la Dubái de Latinoamérica”. Se establecieron entonces, en territorios no habitables inicialmente, sectores con escombros y basura, dándoles vida al hacer comunidad. El taller consistió en ocho clases en las que los alumnos conocieron y experimentaron diversas técnicas fotográficas, entre ellas la estenopeica, usando tarros de café para hacer tomas de su territorio. También trabajaron con fotografía digital, utilizando celulares para registrar su entorno y círculo personal más íntimo. Por último, indagaron en sus álbumes familiares, en búsqueda de archivos personales, imágenes de parientes, amigos y experiencias vividas, que dejaron atrás en sus tierras de origen.

Del proceso reflexivo y de creación conjunta, resultó una intervención fotográfica en el espacio público, la cancha del campamento Chilenos Villa El Sol. Un viaje al interior de las vidas de los jóvenes participantes. Esta exposición, en un escenario tan cotidiano y natural para sus protagonistas, pudo ser apreciada por los vecinos del sector, quienes disfrutaron con nostalgia, no sólo de fotografías sino también de dibujos, frases y dedicatorias para sus familiares lejanos.

La fotografía deviene instrumento de realización de un duelo invisible e invisibilizado. Un modo de hacerse cargo, a través del arte, de un proceso propio de la condición humana que nos permite crear espacios de interculturalidad, incorporando la riqueza cultural de aquéllos que hoy pueblan este árido paisaje.

Cristian Ochoa

Fotógrafo y gestor del taller Duelo migratorio

(Fotos Cristian Ochoa, Dagmara Wyskiel y Jahir Jorquera). 

 

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