Durante dos semanas de mayo, el fotógrafo belga Alexandre Christiaens recorrió diferentes puntos del desierto de Atacama y la costa del norte de Chile. Llegó al país invitado por el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso y gracias a la alianza entre SACO y FIFV, el artista llegó a Antofagasta a continuar con una investigación que comenzó hace dos años.
Respecto de este primer encuentro con el desierto y el trabajo que desarrolló en el 2021, Alexandre cuenta que “cuando vine con mi mujer por primera vez al el norte de Chile, recorrimos el desierto y la costa. En primer lugar, desde ese momento, he mantenido en mis registros fotográficos una relación con el paisaje, con territorios tan antiguos como la luna, lo que responde a mi investigación fotográfica. En segundo lugar, aquí hay una sensación de que el tiempo se ha asentado como en otra dimensión vasta, poderosa y fuerte, lo que me provoca la certeza de querer volver a ella. Y en tercer lugar, la sensación, de que esta tierra árida y salvaje guarda una relación particular con la eternidad. Entre los desiertos y la sal de los recuerdos de las vidas humanas, el cielo nocturno es testigo del paso del tiempo inmemorial”.
El artista realizó una investigación que describe como “una búsqueda de sentido que está en las fronteras de nuestros orígenes, en el poder y la belleza de la tierra, en las montañas, volcanes, salares, el océano. En un proceso analógico, asocio los negativos en los que superpongo la tierra y el mar, como si se devoraran a sí mismos. La idea es re transcribir territorios ficticios a partir de realidades y luego inscribirlos en antiguos paneles publicitarios que a su vez son previamente fotografiados para convertirse en paisajes dentro de los paisajes”. Agrega que “persigo una obra arriesgada, en la que superpongo mis fotografías de mar, montañas y desierto en un proceso analógico muy lento, pero que disfruto tanto como mis viajes en el sentido de no saber realmente a dónde voy. Mi trabajo sigue siendo un encuentro”.
Conversatorio con fotógrafos en Antofagasta
Luego de su proceso de registro e investigación, Alexandre aceptó la invitación de Bienal SACO a reunirse con un pequeño grupo de fotógrafos locales.
Debido a la contingencia sanitaria, el llamado a los artistas fue cerrado, coordinado por el fotógrafo Sebastián Rojas y realizado en el Centro Cultural Casa Azul. En este espacio, Alexandre mostró parte de sus series, además de explicar sus procesos de investigación, registro y revelado. “Casa Azul tiene una hermosa energía. Es un lugar de creación, debate y exposición. La cultura sucede aquí y ahora. Eso es perfecto. Siempre me asombra ver tanta energía creativa y espero que las artes sigan defendiendo su independencia y sus fundamentos vivos” acota Alexandre.
El artista belga también revisó los portafolios de cinco artistas locales en una instancia que duró varias horas y en donde el diálogo, el intercambio de experiencias y la retroalimentación fueron parte fundamental de la actividad. Para Alexandre, este encuentro “fue una experiencia diferente. Este grupo de fotógrafos es muy original y habla en un lenguaje muy personal”.
Respecto de la realización de la Bienal1.0, Alexandre enfatizó que “en primer lugar, las artes no son un mercado, sino islas secretas. Creo que todas las bienales comienzan siempre con la sensación de estar al margen, con propuestas artísticas múltiples y diversas, y eso es bueno. Pero lo que los sistemas nos muestran hoy es muy claro: están atrapados por la economía para servir mejor a sus compromisos. No es malo querer vivir de y con su arte, pero es necesario hoy hacer el esfuerzo de otra reflexión sobre las artes, las culturas, el desarrollo del mundo que transforma todo en dólares. Es una inquisición bursátil que tenemos que revisar” finaliza.
Alexandre Christiaens nació en Bruselas en 1962. Vive y trabaja en el pueblo de Dave, cerca de Namur en Bélgica. Por mar y tierra, ha realizado varios viajes fotográficos (Grecia, India, China, Rusia, Estonia, Líbano y Chile, entre otros) y residencias. Actualmente, su trabajo sigue siendo principalmente aplicado a la fotografía plateada en blanco y negro. En Bélgica y en el extranjero ha dirigido varios talleres y su trabajo, fue exhibido en exposiciones individuales y colectivas.
Desde 1999, sus fotografías se han mostrado en una serie de colecciones públicas y privadas, como en el Servicio General de Patrimonio Cultural de la Federación Valonia-Bruselas, el Centro Regional de Fotografía en la región de Nord-Pas-de-Calais, el Museo de Fotografía de Charleroi, la Biblioteca Richelieu-Louvois (Biblioteca Nacional de Francia), el Centro Cultural Hasselt, la Colección Space e In Cité Mondi en Lieja, por nombrar algunos.