Luis Camnitzer: el artista que desplaza el lenguaje visual entre el eje hegemónico y la periferia

A propósito de su conferencia y exhibición en SACO7 Origen y mito.

Para esta  última versión del Festival de Arte Contemporáneo SACO, que en su séptima edición ha sido concebida bajo el concepto Origen y mito, una de las más importantes participaciones, exhibiciones y visitas será sin duda la del artista y teórico uruguayo nacido en Alemania, Luis Camnitzer.

Uno de los más connotados artistas latinoamericanos, y una de las figuras con más voz dentro del arte conceptual, estará mostrando la instalación Please Look Away y el screening de Jane Doe piezas que dan forma a la exposición Más allá de “2 obras de Luis Camnitzer”, bajo la curaduría y gestión de la curadora chilena Montserrat Rojas Corradi, quien ha trabajado extensamente con la imagen, tanto fotografía como video.

Camnitzer ha desarrollado un profundo interés por la enseñanza junto a nuevas y radicales soluciones para la academia, investigando la relación y dialéctica en un mundo que solo nos entrega la promesa de una globalización, y una aparente idea de acceso entre los ejes del mainstream o anglo y el resto del mundo. Así es que la figura de Luis Camnizter se torna más importante que nunca dentro del contexto de SACO7, convergiendo con las búsquedas, inquietudes y visión del Festival de Arte Contemporáneo de Antofagasta.

Carolina Martínez Sánchez: Para ti Luis la práctica artística estaría dividida y formada por dos ejes: el mainstream o eje hegemónico, y la periferia, confrontación que provocaría que los artistas de esta última tomen tres caminos posibles: “el estilo internacional”, el folklorismo regional y pintoresco, y la subordinación al contenido político-literario[1]. Desde que escribiste el texto donde mencionas esto hasta hoy ¿Crees que se haya modificado esta especie de esquema? ¿Qué alcances tiene esto en el mundo contemporáneo más allá del mundo artístico y cultural?

Luis Camnitzer: Bueno, el texto al que te refieres ya tiene cincuenta años. Probablemente en mi fervor antiimperialista del momento se me escapó una cuarta categoría que es la investigación de lo desconocido, y esta varía de zona en zona dado que la definición de lo desconocido es cultural y por lo tanto está afectada por lo local. Entretanto hay también un cambio serio y obvio que se produjo en este medio siglo, que es la aparición del internet. El cambio es importante porque mientras que hace cincuenta años las divisiones culturales estaban asociada con la geografía, hoy tenemos una primacía de la infografía. Los núcleos de interés ya no tienen por qué estar aglutinados en una localidad física, sino que se manifiestan en la participación en los flujos de información. La idea de nación siempre fue artificial, pero hoy se nota más su falta de sentido. Creo que la geografía se mantiene (en algunos países más que otros) en los barrios, en núcleos de estratos sociales definidos y, más diluida, en las regiones unificadas por el idioma. Eso no quita que la división entre hegemónico y periférico siga existiendo. Solamente significa que ya no es tan claramente centro/periferia o norte/sur. Yo puedo ser hegemónico y el que se sienta al lado mío en el autobús puede ser periferia. La división entonces es mucho más parecida a una emulsión, una especie de mayonesa en la que el centro y la periferia están globulizados y no se tocan aunque la pasta parece homogénea. El foco de la responsabilidad del artista entonces es mucho más compleja hoy comparada con lo que era antes en un mundo más polarizado. Más allá de la identificación del “barrio” en el que uno se maneja, hay que estudiar también a qué intereses se está sirviendo, porque estos no son geográficos. El diálogo en lugar de ser representable por líneas rectas, ahora tiene la forma de una red con nódulos. Como esos nódulos también dialogan entre ellos, el artista queda limitado a desencadenar y facilitar un proceso que no es controlable.

CMS: En ese sentido ¿Dónde pondrías el marcador que te ubicaría?

LC: Por formación y por mi edad sigo siendo un artista tradicional y en mis términos, anacrónico.  Mi arte sigue localizado en objetos y situaciones concretas y está asociado con la autoría.  De hecho, si no, no me estarías haciendo esta entrevista. Pero digamos que mi interés real es el de concientizar esta situación de nódulos, subrayar la cultura como un fenómeno colectivo y no individual, el arte como una exploración y rescate de la ignorancia, y como tal, un instrumento pedagógico. Esto es una posición de resistencia periférica frente a la usurpación hegemónica del arte que lo limita a ser una producción de mercancías. En la periferia es necesario que el arte sea utilizado como un agente de transformación. Esto es en sí una posición política, independiente del contenido narrativo.

CMS: A veces superando la imagen y la representación, la palabra es vital y pregnante en tu trabajo. ¿Cómo consideras el lenguaje: representación o expresión de la vida y la realidad, o es realmente lo que configura esa realidad (aparente)?

LC: Cuando en 1966 empecé a utilizar el lenguaje verbal en mi arte, lo fue por dos motivos: uno porque no entendía por qué la producción artística tenía que limitarse a un repertorio de materiales visuales. Fue entonces ampliar mi repertorio para abarcar cualquier cosa que me pareciera importante para solucionar y comunicar. Lo otro es que el lenguaje escrito dentro de mi obra en esa época obligaba a que el lector visualizara, y en ese sentido era parte de las artes visuales y no de las literarias. Aparte de eso, creo que la función del lenguaje es ambas cosas: representación y configuración de la realidad. Como es un instrumento basado en el consenso, la diferencia entre ambas no es demasiado importante dado que es ese mismo consenso el que permite comunicarse.

CMS: Uno de los trabajos que presentarás para SACO7 Origen y mito, es Please Look Away, formado por textos en vinilo, incorporando preguntas y afirmaciones. ¿De qué tratan estas frases? ¿Es posible afirmar y/o sentenciar desde el arte?

LC: Por un lado las frases reflejan una personalidad paranoica, obsesiva y enloquecida utilizando el autoritarismo como una forma de presentación. O sea que sí, se puede afirmar y sentenciar desde el arte. Llevado al extremo, sin embargo, obliga al que se enfrenta con la obra a tomar una posición. Las frases crean un contexto desde el cual lo qué importa ya no son las frases sino las reacciones del que las lee.

CMS: Alguna vez dijiste que desconfías de todo lo bello. Jane Doe es un montaje mediante software de cincuenta fotografías de mujeres aparecidas en reportes policiales online, documentos legales y artículos de periódicos, ensamble que hizo aparecer un rostro simétrico, incluso se podría decir particularmente bello. Atendiendo a tu desconfianza primera ¿Cómo es la aproximación al propio resultado de tu obra?

LC: La imagen de Jane Doe es “bella” porque en la combinación de todas las caras se fue eliminando todo lo que era irregular y representaba un rasgo individualizado, mientras que los elementos regulares se fueron apoyando en la superposición. Por lo tanto el resultado es un promedio de la regularidad. Mi desconfianza de lo bello es justamente porque el promedio empobrece en lugar de enriquecer.

CMS: La imagen es peligrosa a veces, y ha ido mutando tan rápido como las propias tecnologías y medios que las propagan. ¿Qué es la imagen para ti hoy?

LC: Lo que cambió es la tecnología con la que se hacen las imágenes y el bombardeo de ellas y la saturación, pero la imagen en sí no cambió tanto. Quizás cambió nuestra actitud. Pero seguimos “imaginando” como siempre, seguimos dando prioridad a lo visual. En todo caso lo que sucede es que consumimos más imágenes que antes y creamos menos.

CMS: En un paradigma donde el tiempo corre más rápido que la propia vida ¿Qué es el arte contemporáneo y cuál es su principal fuerza en un mundo que cambia y trasmuta constantemente valores, consideraciones y representaciones?

LC: El tiempo no corre más rápido que la vida porque el tiempo es una construcción nuestra que no está por ahí solita. El arte en términos de instrumento para el conocimiento sirve justamente para especular sobre eso: qué es lo que aceptamos como absoluto y cómo podemos independizarnos de esa necesidad de anclarnos en algo absoluto. Esa fe en lo absoluto es justamente lo que genera el obscurantismo. El arte bien utilizado está para liberarnos del obscurantismo, no para someternos.

[1] L. Camnitzer, Arte colonial contemporáneo, 1969. Texto presentado en Annual Congress of the Latin American Studies Association, Washington DC, Estados Unidos, 1970.

Obra: Please Look Away / Cortesía: Alexander Gray Associates

Obra: Jane Doe / Cortesía: Alexander Gray Associates