#MemoriaSACO: ¿Qué enseñamos cuando enseñamos arte?

La cuarta edición de SACO, Entre la forma y el molde, tuvo su énfasis en la formación informal. Es así que en la explanada de Ruinas de Huanchaca se desplegaron siete domos que rompieron la horizontalidad del paisaje desértico, a los pies de las antiguas instalaciones industriales de la abandonada y silenciosa fundición de plata, en donde siete autores de proyectos pedagógicos alternativos, procedentes de Uruguay, México, Cuba, Perú, Ecuador, Paraguay y Chile llevaron adelante procesos de enseñanza, creación y exposición con decenas de estudiantes de la región de Antofagasta, incluyendo invitaciones a alumnos de Arica y Parinacota, Tarapacá y Atacama; jóvenes de entre 16 y 17 años de edad, provenientes del eslabón más desplazado dentro de la educación chilena, un sistema manejado por el libre mercado, determinado por el lucro y grandes desigualdades. 

 

Durante cinco días, monitores y alumnos tuvieron la oportunidad de crear y aprender mediante metodologías experimentales en áreas como video arte, fotografía, escultura, dibujo, intervenciones en el espacio y trabajos con el lugar, proceso que dejó varias reflexiones que recordamos y compartimos con ustedes.

Alejandro Turell* (Uruguay) | Taller Nuestra identidad Dinámica

 

¿Qué enseñas cuando enseñas arte?

Es una pregunta que todos nos debemos formular y creo profundamente en brindar a los estudiantes, herramientas para que tengan la posibilidad de conocerse a ellos mismos, que conozcan su entorno, que se liberen de todo el pre concepto y que apunten a una experiencia sensible con la materia, con su producción y con cuál quiere que esa persona sea su legado en este tiempo.

 

¿Cualquiera puede ser artista? 

Creo que cualquier ser humano es creativo. Creo que el conflicto se establece en qué es lo que es arte. La pregunta más válida es si es que todos podemos desarrollarlo. La sociedad nos brinda la posibilidad de desarrollarnos como personas y resulta anecdótico si uno deviene artista, si ya incorpora esas herramientas creativas. La frase “todo ser humano es un artista”, es un poco efectista y me parece que todos los seres humanos tenemos potenciales que debemos desarrollar. 

 

¿Cuál crees tú que debiese ser el modelo perfecto de formación, de educación artística? 

Me parece que los modelos se aplican y por momentos, pueden resultar homogenizadores. Creo que lo más rico es el potencial de diversos formadores que un estudiante pueda recibir y no creo que todos los profesores puedan ser los mejores para un estudiante. Me parece más relevante el que un estudiante le diga a su profesor que sea su maestro. 

 

*(Montevideo, 1975). Licenciado en Artes – Artes Plásticas y Visuales (2006) del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, Universidad de la República (UDELAR) en Montevideo.

Fernanda Mejía* (México) | Taller Derivas, Mapas y Recorridos

 

¿Qué enseñas cuando enseñas arte?

Lo que yo hago en el taller, está dirigido a la gente que ya decidió hacer el arte como profesión. Son como cosas más acotadas en lo que nosotros ofrecemos o que tienen que ver con ciertos vacíos que vemos en la formación profesional que hay en la ciudad. En los cursos en línea, hay alumnos de toda América Latina, entonces, son muchas cosas relacionadas con gestión cultural, curaduría, museografía, y otros temas de teoría del arte, pero que van enfocados en investigaciones personales. Hay muchos temas relacionados con antropología y artes, o psicología y artes, que contribuyen a esas investigaciones, pero no estamos realmente dedicados a enseñar a niños o jóvenes, como en un proceso de introducción a las artes, o acercamiento a las artes. 

 

¿Cualquiera puede ser artista? 

Todos, como seres humanos, tenemos capacidades creativas. Eso es indudable. Ahora, el arte es una construcción, es una designación humana, y el mundo del arte tiene reglas. Entonces, hay que hacer una distinción entre la actividad creativa que puedas tener con el mundo. Eso es algo que todos podemos experimentar o resolvemos cosas inmediatas en lo cotidiano, la manera en cómo nos relacionamos. Y otra cosa es la actividad artística, como un campo profesional. Son dos cosas distintas. Tiene que ver con otro tipo de decisiones, con la productividad, de qué vas a vivir, o cómo vas a vivir tu vida en el mundo. Todos podemos ser lo que queramos, pero el arte también tiene sus particularidades. 

 

¿Cuál crees tú que debiese ser el modelo perfecto de formación, de educación artística? 

La verdad es que no tengo ese modelo perfecto de educación. Una cosa que hemos detectado es que los docentes de artes es una experiencia empírica. En la medida que lo vas haciendo, sin una formación previa en pedagogía, hay un montón de modelos pedagógicos. Muchas veces vemos proyectos de cosas alternativas de educación. Es como descubrir el agua tibia. Hay un montón de pedagogos que piensan en los problemas de la educación o cómo es el proceso de aprendizaje de los niños, en los jóvenes, en los adultos. Cómo las experiencias dificultan el conocimiento, cómo son esas experiencias previas, de qué manera se forman, cómo hacemos que el conocimiento y el aprendizaje sean significativos. Creo que ese modelo perfecto sería como un compromiso de la gente que está dedicada a la docencia e investigar un poco más acerca de las pedagogías de las cosas que ya se han inventado. 

 

*(Bogotá, 1972) estudió Artes Plásticas en la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB), Universidad Distrital Francisco José de Caldas. 

Luis Gómez* (Cuba) | Taller Breve Introducción al Video en el Arte

 

¿Qué enseñas cuando enseñas arte?

Nuestra intención (en el Instituto Superior de Arte de La Habana) es tratar de enfocarnos más en la creatividad que en la educación tradicional de las artes, que está basada en seguir un patrón que ya está hecho o seguir el ejemplo de algún maestro en específico. Yo creo que eso veta mucho las posibilidades expresivas de cada lugar y lo que hace es instaurar una media estándar de lo que puede ser arte. Para nosotros es más importante plantear un reto, plantear una pregunta y que ellos encuentren su respuesta. Por supuesto que viene muy viciado este tipo de educación, pero yo creo que al final ha dado resultado, porque aun cuando encuentran coincidencias en un futuro de lo que ya hicieron, llegaron a ese resultado por su esfuerzo propio, por decisión propia y por investigación propia, y no ya codificado, compactado por una información extra. También creo que el concepto “arte” de alguna manera tendría que cambiar, porque por muchos años ha sido un concepto de un núcleo de poder. Primero, fueron los países del primer mundo y ahora son los señores que tienen un poder económico determinado que deciden qué cosa es arte y que no. Yo creo que es un concepto muy europeo, muy particular de una zona que se ha “universalizado”. Creo que la producción creativa es más amplia y puede tener otros usos, otros significados y otras intenciones.

 

¿Cualquiera puede ser artista?

Esa es una pregunta muy ambigua porque, en teoría, cualquiera puede ser artista desde una aproximación hacia su creatividad y a disfrutar eso que está haciendo. Lo que pasa es que la exigencia de eso que llamamos arte es otra. O sea, una cosa es lo que nosotros pensamos o lo que queremos que sea y otra cosa es lo que este grupo social llamado intelectual, decide y convoca a definir el arte, y lo define de tal manera que quiere decir que cualquiera no puede ser artista, tiene que haber una genialidad definida por algunos de ellos, tiene que haber un background, tienen que haber muchos detalles, los títulos, las licenciaturas, etcétera.

 

¿Cuál crees tú que debiese ser el modelo perfecto de formación, de educación artística? 

Yo creo que es como el arte: si tú creas un modelo ya no es perfecto, ya es algo que se va a repetir. Nosotros teníamos un programa en el ISA que empezó siendo un programa muy creativo, muy bueno. Una vez que empezó a repetirse, perdió su encanto y fue el programa más rechazado por los estudiantes años después. Entonces, creo que lo mejor es no crear modelos, lo mejor es esto que estamos haciendo aquí, que es intercambiar esas posibilidades y propuestas que tenemos como educadores como una manera de enriquecer.

 

*(La Habana, 1968). Graduado en 1991 en el Instituto Superior de Arte de La Habana (ISA).

Marcos Benítez* (Paraguay) | Yvy: Taller Experimental de Técnica Adhesiva

 

¿Qué enseñas cuando enseñas artes?

Depende de cada grupo. En este caso, lo primero que me estimula, es que ellos se conecten con ellos mismos, que disfruten de lo que hacen y que se conecten con su alma. Me gusta trabajar eso.

 

¿Cualquiera puede ser artista?

En mi país, los artistas emergentes en este momento vienen de una escuela de bellas artes, vienen de talleres. Uno de los más emergentes en este momento es médico y está desarrollando una obra muy interesante. Hay una formación en las escuelas, el Instituto Superior de Artes y Bellas Artes, pero los artistas más representativos no salieron de esas escuelas.

 

¿Cuál crees tú que debiese ser el modelo perfecto de formación, de educación artística? 

En uno de los seminarios que yo participo, que dirige Ticio Escobar, usamos un poco la teoría del maestro ignorante. Yo creo que es importante eso, aparte de tener un sustento académico, la malla curricular, el promedio y todo eso. También debemos tener en cuenta que todos aprendemos de todos. Esa brecha entre alumnos y maestros, de arriba abajo, esa cuestión vertical, hay que tomarla como una cosa más horizontal, de que todos podemos aportar algo, yo apuesto un poco a eso.

 

*(Asunción, 1973) se formó en instituciones de Asunción, como el Instituto para el Desarrollo Armónico de la Personalidad (IDAP, actual ISA o Instituto Superior de Arte), el Instituto Cultural Paraguayo Alemán (ICPA), el Centro de Estudios Brasileros (CEB), entre otros.

Roberto Huarcaya (Perú)* | Taller de Fotografía La Carpa Mágica

 

¿Qué enseñas cuando enseñas arte?

Independientemente de la herramienta, de las tecnologías, de los distintos formatos y de todas estas capas históricas que han ido “evolucionando”, me gusta enseñar el abanico completo, no una de ellas. Para mí, probablemente, lo más importante tiene que ver con tratar de darles algunas coordenadas a los chicos en términos de, primero, este concepto de proceso que demanda tiempo e investigación, que aprendan a generar proyectos para después incorporarlos a sus procesos creativos y formales. Que aprendan que esto se tiene que manejar bajo unos parámetros de honestidad y autenticidad. Y, sobre todo, que arriesguen, que aprendan a tomar riesgos extremos, pues si no son capaces de tomar riesgos extremos cuando se forman, menos lo van a hacer cuando estén desarrollándose profesionalmente. Y, por último, qué cosas tienen ellos que decir, cuáles son sus intereses, porque si no tienen contenido y no tienen nada que decir, independientemente a que tengan un manejo técnico maravilloso, no van a llegar muy lejos. 

 

¿Cualquiera puede ser artista?

Yo no creo que los artistas, en general, o la gente que trata de comunicar algo, quieran, sino que tiene que ver con que casi no podemos hacer otra cosa. O sea, no es una cuestión de voluntad sino de imposibilidad de hacer otra cosa. Estas son opciones de vida, son posiciones con respecto a las cosas, y no pasan por el querer o no querer, sino que pasan por una especie de vínculo muchísimo más primario que es convertirlo en una necesidad que se traduce en alguna plataforma, a través de algún medio. Muchas de estas cosas también se aprenden, también hay que aprender hacia qué plataforma, a través de qué medios vamos a dirigirnos y hay que tener cierta conciencia de cuáles son nuestras ventajas comparativas y nuestros límites.

 

¿Cuál crees tú que debiese ser el modelo perfecto de formación, de educación artística? 

Para mí lo más cercano es lo que intentamos hacer paulatinamente en la escuela (Centro de la Imagen). Más que por contenidos específicos y por generar una secuencia de crecimiento en el conocimiento, nos parece más interesante que tengan la visión, el vínculo, la experiencia, la relación con gente que está haciendo cosas importantes, que está visibilizando esa producción. 

 

*(Lima, 1959) estudió Psicología en la Universidad Católica del Perú, Cine en el Instituto Italiano de Cultura y Fotografía en el Centro del Video y la Imagen, Madrid. Director y fundador del Centro de la Imagen (Lima, Perú).

Saidel Brito* (Ecuador) | Taller Dibujo, Espacio Social y Campo Expandido

 

¿Qué enseñas cuando enseñas arte?

Cuando enseño arte me importa mucho que los estudiantes disfruten del conocimiento, que lleguen a una instancia de entendimiento. Cuando enseño arte enseño a pensar, enseño a acercarme al arte como una actividad más cuerpo social. Es importante en la experiencia pedagógica entender que el arte no tiene ningún fin elevado ni responde a un demiurgo creador ni a un sujeto diferente a otras prácticas del conocimiento y de la actividad humana. O sea, el arte como una actividad que necesita disciplina, trabajo. Enseño a través del arte nuevas formas de establecer y entablar nuevas relaciones con el mundo. Si tuviera que escoger un elemento que organice la idea de la enseñanza artística sería ese, ofrecerle a los colegas estudiantes la posibilidad de establecer nuevas relaciones con el mundo, y eso fundamentado a partir de la laboriosidad, de entender el conocimiento como un proceso colectivo, como un proceso que se construye, que necesita de la generosidad, que necesita de la crítica, de la responsabilidad, y que el arte es un lugar donde se puede habitar y uno puede existir de forma diferente.

 

¿Cualquiera puede ser artista?

Eso es parte de la ideo-estética de Joseph Beuys, la idea de que el arte está en cualquier actividad elemental del sujeto, que cualquier persona con ciertas capacidades puede producir arte. Eso hoy es una tradición también estética, un postulado del arte en nuestro tiempo, casi una máxima, pero también necesita revisarse críticamente, pues es importante la formación, no necesariamente formal o académica, pero sí autoimponerse una curiosidad ante el pensamiento, ante la tradición, ante los referentes históricos, ante las problemáticas de nuestra época. No puede acercarse uno al arte hoy ya con ingenuidad, eso cada vez está más alejado de las posibilidades creativas y de producción de conocimiento. El tema de la formación o de los títulos, es otro capítulo, porque el sistema artístico se ha añadido a los sistemas universitarios y eso, por supuesto, que genera también crisis y paradojas. Pero la experiencia que yo tengo como docente frente a los jóvenes que están buscando hacer recorridos mucho más itinerantes, más cortos para alcanzar un estadio de producción artística, de entendimiento de los fenómenos artísticos, por supuesto que la escuela es muy importante.

 

¿Cuál crees tú que debiese ser el modelo perfecto de formación, de educación artística?

No existe un modelo de formación artística perfecto. Incluso, te das cuenta de eso cuando a nivel de metodología de trabajo, de propuestas curriculares, ocurre que en un mismo sitio, en un mismo tiempo con dos grupos diferentes, los procesos son totalmente opuestos. Entonces no, no existe. Yo creo que el arte tiene que encargarse del aquí y del ahora, y la formación artística tiene que estar atenta a ese aquí y ese ahora. Normalmente, el arte está muy por delante de la pedagogía y de los procesos de formación artística. El esquema, el modelo, la “metodología perfecta”, sería que las asimetrías entre la investigación artística y la formación artística no sean tan grandes. Si se puede achicar el tramo entre la formación artística y la vanguardia artística, esa yo creo que sería la receta, si cabe el término.

 

*(Matanzas, Cuba, 1973) estudió en la Escuela Nacional de Artes de Cubanacán y en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana. Desde 1998, reside en Ecuador. Es Magíster en Educación Superior por la Universidad Casa Grande de Guayaquil. 

Tomás Rivas* (Chile) | Taller ¿Tiene la humanidad una posibilidad exitosa de sobrevivir y, si es así, cómo?

 

¿Qué enseñas cuando enseñas arte?

Yo creo que lo que enseño no es a ser o realizar objetos de arte. Lo que tratamos de enseñar varios profesores que compartimos una filosofía similar, como la que comparten mis compañeros de Taller Bloc, es el desarrollo de un pensamiento artístico. Ese pensamiento tiene miles de maneras de manifestarse desde el punto de vista técnico, y lo que tratamos de hacer es desarrollar un interés concreto sobre una pregunta, sobre un cuestionamiento, una problemática, y ese interés real se convierte después en una obra.

 

¿Cualquiera puede ser artista?

Todos pueden ser artistas. Conozco grandes artistas autodidactas. Cada norma sobre el arte o cada dogma que podamos pensar se destruye en el primer ejemplo que podemos encontrar a la vuelta de la esquina, y la verdad es que nunca he creído en ningún tipo de dogma ni de necesidad o requerimiento específico para ser artista. Entonces, claramente, todos pueden serlo.

 

¿Cuál crees tú que debiese ser el modelo perfecto de formación, de educación artística?

Pensar en un modelo perfecto es quizás como una utopía. Un modelo ideal parte de una especie de alumno ideal. Nosotros en la universidad trabajamos con perfiles de ingreso y perfiles de egreso, es decir, con qué perfil uno recibe a un alumno o el que debiera tener un alumno de primer año, y cuál es el perfil con el que egresa un alumno de cuarto año. Podemos desarrollar ese ejemplo: el perfil ideal de ingreso es un alumno interesado por el conocimiento en general, por aprender, por saber, un alumno con nivel de entusiasmo muy alto, con un nivel de humildad muy alto y, de una generación, pocos cumplen ese objetivo. Pero sí sabemos que hay un porcentaje alto que termina siendo artista. Entonces quizás no es necesario tener ese perfil ideal de ingreso, todos pueden desarrollarse y convertirse en buenos artistas, trabajando con disciplina y con determinación. Con respecto al perfil de egreso ideal, ese perfil es de un artista que quiere seguir aprendiendo, que entiende que la etapa en la que está en su carrera es solamente una etapa, y que van a seguir muchas otras de aprendizaje, estudio y perfeccionamiento. Porque de verdad que no tengo la menor idea y no sabemos cuáles son los principales requerimientos que podría tener un artista en veinte o diez años más. La formación de un artista no termina cuando egresa, entonces claramente vemos cómo esas capacidades se transforman en una voluntad importante por ser artista y por desarrollarse en el campo del arte.

 

*(Santiago, 1975) es artista y profesor; Master in Fine Arts (MFA) de la Universidad de Notre Dame, Indiana, Estados Unidos; Postítulo y Licenciatura en Arte de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Santiago. 

 

Entrevistas realizadas in situ por la artista Camila Díaz y el audiovisualista Alex Moya a artistas-profesores durante la realización de los talleres de SACO4, 23 al 28 de agosto de 2015, Parque Cultural Huanchaca.