[FOTOGALERÍA] ISLA cumplió cuatro años de gestión

Hasta hace cuatro años, nos movíamos por todo Antofagasta para realizar nuestros programas educativos, producción, gestión y comunicaciones que cada integrante del equipo hacía desde su casa; nómades de la creación más parecidos a pájaros siguiendo los cambios de estaciones.

De ahí el nombre del Colectivo SE VENDE, Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo. La falta de espacios físicos nos obligaba a realizar ese ejercicio, muy sano por lo demás en orden a apropiarse de diferentes lugares para el ejercicio libre del arte, pero que también, germinó un sueño.

La misma carencia de espacios para el arte contemporáneo nos sedujo a pensar cómo hacer una cruz en el mapa, una casa propia, un lugar medible por coordenadas y tres dimensiones. Así fue que el 31 de marzo de 2016 nació el Instituto Superior Latinoamericano de Arte, marcando una “x” en el insoportablemente virgen mapa del norte de Chile, un lugar que desde hace cuatro años es punto de encuentro y de transmisión de conocimientos. 

Dejamos de ser vagabundos que dependían del tiempo e interés de otros para desarrollar nuestras acciones en una ciudad que requería un lugar totalmente dedicado a los procesos de gestión, reflexión, documentación y producción del arte contemporáneo durante todo el año.

ISLA es un hogar abierto al Norte Grande y al resto del mundo que en medio del océano del consumo superficial, de las crisis sociales y políticas, de la constante transa monetaria, ofrece una “isla” en medio del desierto; 

Construimos este lugar recordando el sentido en que nos movíamos antes de tenerlo: un puerto para inmigrantes ávidos de crear libremente, un oasis y un refugio hecho desde su génesis, para artistas, curadores, docentes, investigadores y directores, para aportar a su trabajo creativo y facilitar su vinculación y generación de redes.

ISLA es también un lugar de diálogo que nace en y desde la profunda periferia, en el margen, Antofagasta es un lugar perfecto para arrancar de diálogos corrompidos por la gran política, por los intereses de los grandes centros, y esa marginalidad nos ha dado la increíble posibilidad de atrevernos a experimentar y equivocarnos, a pensar, enseñar y aprender libremente, pero por sobre todo a cambiar y revertir paradigmas.

Por eso, queremos compartir con ustedes una pequeña parte del registro de estos cuatro años de intenso trabajo.