Lectura performática Manifiesto SACO9: Volver a habitar los templos de la memoria colectiva

Ha terminado el video documental de SACO8. Aplausos de los asistentes al encuentro en el que se abrirá la convocatoria para participar de la exposición principal de la novena versión del Festival de Arte Contemporáneo en el Desierto de Atacama. En el espacio circundado por telones negros, se anuncia la vuelta de la página, el cambio de una etapa a otra. El fin y el comienzo. 

 

Las luces se apagan. Todo queda a oscuras por diez segundos, hasta que un foco cenital se enciende y aparece en escena la actriz Karla Sepúlveda: “Con Origen y mito cuestionábamos el 2018 el monopolio de las historias oficiales, indagando por el derecho a la subjetividad en las miradas hacia atrás; el 2019 giramos la cabeza 180 grados buscando el Destino, para averiguar si, pese a que las brújulas se nos echaron a perder, era aún posible prever algo del futuro a través de la ciencia, la intuición o el sentido común” nos dice. “En esta, la última edición de SACO en formato de festival, nos detenemos en el tercer elemento de la línea del tiempo, el más utópico, el inmedible, pero a la vez el único concreto y real. Los tiempos nos exigen que abramos los ojos para mirar el aquí y ahora”. Su voz se mezcla con la pista preparada que da inicio a la performance preparada por varios días, marcando el comienzo de la convocatoria de SACO de una forma totalmente distinta a la de años anteriores.

 

La contingencia que vive Chile, las masivas manifestaciones sociales exigiendo justicia social, los profundos cambios que se suceden día a día y el mismo contexto en que todo está ocurriendo, no representan necesariamente una crisis. Más bien, una oportunidad de replantearnos desde el arte, nuevas formas de participar activamente de los movimientos en los que ni como personas ni como artistas, podemos mantenernos al margen. Es más, el arte desde siempre ha sido una de las más poderosas herramientas para visibilizar lo invisible, para expresar las más variadas emociones, para interferir e intervenir el statu quo; un baluarte de lucha a través del cual somos capaces de interpretar las expresiones de toda la sociedad sobre diversos soportes y lenguajes. Y en este contexto, es totalmente necesario reafirmar esa postura.

 

Karla poetiza con sus gestos, las palabras certeras del manifiesto; Coincidencia o no, desde hace meses, mucho antes el estallido social, la idea del Ahora o nunca ya había tomado forma como la siguiente parada de SACO, justo en el punto medio entre el origen y el destino. “Al pensar el presente ya se ha convertido en pasado. Yace en el punto de la coordenada del tiempo donde sucede todo, y fuera de este lugar no ocurre absolutamente nada. Todo lo que está adelante aparece como una nebulosa, y lo de atrás, como una serie de imágenes en variables estados de descomposición. En el pasado no existimos, en el futuro tampoco. En este lapso entre ambos construimos universos que desaparecerán junto con nosotros. Cada inicio conlleva un fin. Suspendidos entre los templos de la memoria colectiva, construidos de la experiencia acumulada de un lado, y la expectativa del porvenir del otro, pareciera que nos estamos perdiendo lo único cierto”. Las palabras de la actriz se deslizan desde los parlantes entre sus movimientos y el silencio de los asistentes, reafirmando esta propuesta que ya nos hacía total sentido, pero que hoy, adquiere un nuevo y potente significado.

 

Los movimientos de Karla son rotos por breves momentos de tensión, entre párrafo y párrafo, pausas dramáticas que abren nuevos espacios de reflexión entramados en cada letra del Manifiesto: “Solo puedes tener certeza sobre lo que vives. El no presente es igual al no existente. Es en este momento que las cosas están sucediendo (…) Solo entre el anterior y el siguiente parpadeo podemos tocar, oír, ver, saborear, olfatear. Estamos seguros que estamos vivos en este instante”.  Las palabras resuenan entre los telones negros, mientras la mirada de Karla apela a ese presente inasible que recorre el espacio y el público. “Mientras resbalas tu mirada sobre formas negras y abstractas, que, combinadas entre sí, componen conceptos que a la vez construyen ideas, en la pantalla de tu mente se inicia el zapping de recuerdos, asociaciones e ideas. Estás leyendo. Esta es la realidad. El resto no existe. Hoy puedes darle algo a alguien, experimentar un descubrimiento, comer un helado. El presente es eterno. No tiene principio ni fin. Ahora es cuando”.

 

Las luces se apagan. Los aplausos tardan un poco en levantarse, mientras la iluminación genérica del espacio permite la reverencia de la actriz ante el público en este nuevo comienzo, uno de características muy particulares dada la complejidad del mismo concepto, el mismo que exige de nuestro ser, razón, emociones y acciones una extraordinaria capacidad de unir todos esos elementos que están ahí, luciendo inasibles, pero que se reúnen en este ahora o nunca al que invitamos a los artistas de todo el mundo a hacerse parte, a escribir y soñar en este mismo momento.