[ENTREVISTA] Yana Tamayo, artista visual brasileña: “Las residencias expanden las posibilidades del pensar y el hacer”

Yana Tamayo, artista visual, educadora y curadora independiente, fue una de nuestras anfitrionas a fines de 2019, cuando visitamos tres ciudades de Brasil para establecer futuras alianzas y proyectos colaborativos. Su experiencia como socia fundadora de Nave, espacio de arte autónomo donde desarrolla proyectos de investigación y capacitación en arte, curaduría y ejecución de exposiciones, así como su trabajo de veinte años en diferentes frentes en el campo del arte y su producción como artista, la convirtieron en integrante del jurado que este año, determinará a los ganadores de la convocatoria a la exposición Ahora o nunca.

 

Nacida en Brasilia, es Doctora en Arte en la línea de investigación de Poética Contemporánea de la

Universidad de Brasilia, posee una maestría de la misma institución y línea de investigación, además de ser especialista por la Universidad Complutense de Madrid con el Máster en Teoría y Práctica en las Artes Plásticas Contemporáneos. Graduada en Bellas Artes por la Escuela de Bellas Artes de la

Universidad de Minas Gerais. Esta experiencia se ha proyectado desde la fundación de Nave Arte | Proyecto | Research, el año 2015, espacio independiente del que es co-creadora y  donde desarrolla proyectos de investigación y formación en arte, comisariado y ejecución de exposiciones del que es gerente. 

 

Su conocimiento y experiencia en la concepción y desarrollo de residencias artísticas y creación, es la que nos motiva a dialogar con ella respecto de estos procesos de formación y creación.

 

 

¿Cuál es el siginificado de realizar residencias artísticas en los tiempos actuales, dadas las condiciones políticas, económicas y sociales de gran parte de los países de Sudamérica?

 

En mi opinión, las residencias artísticas constituyen un lugar esencial para el desarrollo del pensamiento y las prácticas artísticas en una relación auténtica con el presente. Considero fundamental que podamos reconocernos como comunidad a partir de los procesos que nos han convertido en Sudamérica. Es preciosa la posibilidad de intercambio entre artistas de distintos lugares y el contacto con un espacio diferente que nos aleja de la reproducción burocrática de la vida cotidiana. Desde el contacto con otros, si estamos disponibles y abiertos (lo cual, para mí, es una condición del pensamiento artístico), podemos desencadenar otras subjetividades virtuales en nosotros mismos y en los demás, pensar y experimentar nuestro lugar en el mundo de manera diferente y en consecuencia, nuestra forma de crear formas y lenguajes que dialogan con las urgencias que vivimos. Creo que el arte es capaz de elaborar la complejidad del mundo de una manera propia, o que muchas veces no es soportable en la realidad; activa otros mecanismos, tiene todos los códigos del lenguaje y de la cultura a la mano, crea otras posibilidades para relacionarse con el mundo.

 

 

¿Cuál es el aporte concreto y cuál el simbólico de las residencias? ¿Cómo analizas sus efectos en el mediano y largo plazo?

 

Las residencias aportan nuevas oportunidades para la creación de proyectos e incrementar la experiencia de los artistas. Simbólicamente, pienso que es la posibilidad de expandir las posibilidades del pensar y de hacer, de reflexionar sobre lo que uno hace y cómo lo hace, cómo participa del mundo. A mediano plazo, garantiza los espacios de la práctica e intercambio y la reproducción de una cadena de la cultura que es fundamental. A largo plazo creo que posibilita el fortalecimiento del valor del arte en un determinado lugar por medio de sus agentes.

 

 

En una sociedad global, pero al mismo tiempo individualista, ¿cuál es el tramado social que provocan las residencias? ¿Cómo impactan en los artistas participantes, mentores, instituciones académicas, ciudades y entornos donde se realizan?

 

Creo que esto depende de muchos factores y que el resultado de las experiencias de residencia resultan distintos para cada uno. Hay una sobrevaloración del individuo artista, pero creo que esto también es reflejo de la debilidad de los mercados, de la dificultad de absorber a toda la producción, pero me parece que es importante mantener este espacio de convivencia e intercambio siempre activo.

 

 

¿Cuál es el futuro de los procesos de residencia?

 

No creo que se  pueda adivinar… Es todo tan imprevisible, especialmente ahora. Pero creo que lo descubriremos juntos si continuamos trabajando para asegurar que sigan existiendo.