“Es con gran placer que a pocos meses del 80º aniversario de la Declaración de Inundación de Chile, presentamos la muestra “Nosotros, los ancestros.” En ella, el visitante podrá tener una mirada privilegiada de cómo vivían nuestros compatriotas hace 100 años, las generaciones anteriores al Gran Hundimiento.”
Cristóbal León, extracto del texto que introducirá la exhibición resultante del taller de curaduría pedagógica.
El vestigio creativo del norte grande resistirá la “catástrofe natural” para encontrar un nuevo destino, esto porque las obras individuales de nueve artistas locales se entregan a la paradoja del tiempo, a la ficción y el lineamiento curatorial de Cristóbal León, un artista visual y audiovisual chileno, radicado en Santiago, integrante de la dupla León & Cociña, que ha expuesto en la Bienal de Venecia, el Museo de Arte Moderno y el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York, quien llega por cuarta vez a Antofagasta para trabajar con creadores de la zona.
Desde el mediodía del miércoles 10 de julio el Salón de exposiciones Chela Lira de la Universidad Católica del Norte en Antofagasta será escenario de una ficción arqueológica con la muestra que nace del taller de curaduría pedagógica, conducido por Cristóbal León: Nosotros, los ancestros. En la exposición se podrán ver los trabajos de Carlos Olivares, Felipe Muñoz, Angelo Alvarez Bon, Claudia León, Gabriel Navia, Agustín Lobos, Jahir Jorquera, Giarella Araya y Jordán Plaza.
Según el curador de la exhibición, la muestra propone diversas miradas sobre el destino que van desde lo universal a lo local y que recorren distintos formatos como video instalación, fotografía, performance, colección. “Lo particular de la exhibición es que todos los artistas son del norte de Chile, por lo que es un escenario perfecto para hacer una radiografía de las prácticas creativas en un lugar y tiempo determinado, por eso pensé en esta fantasía -que se presenta en forma de texto- en donde encontraban estas obras de aquí a cien años”, agrega.
Por otra parte, comenta que “todos los participantes tienen experiencias muy distintas y sus propuestas son de una naturaleza diversa, así que mi misión es sacar lo mejor de ellos, tratando que el trabajo sea la más fiel expresión de su idea original y de los intereses que ellos tienen”.
Finalmente destaca la importancia del territorio en la creación artística, en este caso el nortino, y explica que bajo su percepción el proceso del taller consiste en un camino curatorial en donde no solo se es responsable de llevar una exposición a cabo, si no que la misma exhibición se comprende como un proceso formativo.
