Inauguración de la Exhibición Internacional de SACO7 Origen y mito en el Muelle Histórico Melbourne Clark

El Festival de Arte Contemporáneo SACO, se realiza anualmente desde el 2012 en la región de Antofagasta en el norte de Chile como una iniciativa independiente del Colectivo SE VENDE Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo. Tiene como objetivo instaurar en el Desierto de Atacama un núcleo permanente de reflexión, crítica y diálogo a través del encuentro entre artistas, expertos, obras y el público, en un territorio marcado por la inexistencia de instituciones dedicadas a perseguir estos fines. En la capital cuprífera, propone como alternativa profundizar en excavaciones no menos valiosas ni menos urgentes, y de una riqueza renovable: la creatividad y el diálogo.

Por primera vez el Festival contó con un circuito expositivo de doce exposiciones, once en Antofagasta y una en San Pedro de Atacama. Pero la reconocida exhibición en el Muelle Histórico Melbourne Clark realizada a través de una convocatoria internacional sigue siendo uno de los puntos más llamativos a nivel expositivo tanto dentro de la ciudad como del país entero y fue inaugurada el pasado 9 de agosto al mediodía, teniendo a los artistas presentes, a entidades y gestores del ambiente artístico cultural y por supuesto que a la comunidad antofagastina.

Para esta séptima versión, la selección de los proyectos y los artistas estuvo a cargo del jurado compuesto por la española con base en Polonia, Inés R. Artola, historiadora del arte, curadora y musicóloga, Gloria Cortés Aliaga, historiadora del arte chilena y curadora del Museo Nacional de Bellas Artes, Sebastian Cichocki, curador en Jefe del Museo de Arte Moderno de Varsovia, la costarricense Lola Malavasi, co-directora y encargada de proyectos de educación de TEOR/éTica, proyecto independiente para la investigación y difusión de arte contemporáneo con base en Costa Rica, y Dagmara Wyskiel, artista y gestora cultural polaca, fundadora y presidenta del Colectivo SE VENDE y directora del Festival de Arte Contemporáneo SACO.

Una de las principales características de esta muestra es que los trabajos no fueron enviados por sus autores, sino que ellos viajaron previamente al norte de Chile para experimentar lo que es la residencia en el Instituto Superior Latinoamericano ISLA y ya estando ahí poder construir y llevar a cabo sus proyectos seleccionados. Algunas obras se complementaron o mutaron al estar en un espacio y contexto totalmente diferentes a lo que podían imaginar los artistas, y otras fueron perfectamente capaces de construirse como la primera maqueta. Así, la residencia de los artistas provenientes de diferentes países fue una experiencia de gran libertad tanto con el tiempo dedicado para trabajar en sus piezas como para poder conocer lo que es la ciudad de Antofagasta, sus alrededores y la comunidad.

Por ejemplo el artista chileno Rodrigo Toro, que está presentando la obra Hummingbird #3, cuenta cómo la experiencia de la residencia y la producción, tanto para él como para sus compañeros, fue totalmente diferente a lo que esperaba encontrarse en eventos como este: “generalmente este tipo de experiencias es hacer todo por nosotros mismos y correr todo el tiempo, lidiar con gente que está haciendo de todo, pero que nadie puede ayudarte finalmente. Yo particularmente pensé que iba a tener que confeccionar yo solo todo y terminar dos segundos antes de la inauguración. Pero la verdad es que el equipo de SACO está a cargo de toda la producción, y al mismo tiempo preocupándose de tu bienestar y que todo salga bien, es decir, un grupo de personas que entiende tus necesidades y tiempos”.

Por su parte, para la artista chilena-alemana Valeria Fahrenkrog, autora de Fragmentos de memoria, un hombre-escultura y réplica inexacta de Osvaldo Ventura en honor al primer habitante de Antofagasta Juan “Chango” López, fue una oportunidad de acercarse desde otra perspectiva -ya que conoció la ciudad cuando pequeña- señalando la magnífica burbuja que le significó el nivel de producción y trabajo del Festival: “uno muy pocas veces en la vida tiene la opción de trabajar así de concentrado y sin ninguna interrupción. SACO es un regalo enorme.”

Una de las obras más llamativas emplazada al final del recorrido del muelle es Topófono del costarricense Juan José Alfaro, que al igual que los otros residentes, pudo tener la experiencia de construir la obra acá. Y más allá de la instancia productiva, para el artista de América Central fue una gran sorpresa toparse con este contraste, y verse viviendo por algunos días en este desértico paisaje y a la vez tan cambiante y vasto. Alfaro destacó el compañerismo en la actividad: “el trabajo en los talleres muy participativo, muy colaborativo, una experiencia interesante tener que delegar gran parte del trabajo al taller y venir a ser un coordinador. Todo fue construido acá en Antofagasta, excepto ese pequeño cerebrito, el arduino, que controla una serie lumínica. Y la obra ha dado una respuesta súper positiva, el discurso de la obra ha sido mucho mayor, yo mismo he visto cosas insospechadas de la obra, por el contexto, por el lugar. No conocía Chile, menos Antofagasta”.

De la misma manera la búlgara Gergana Elenkova pudo traer a este lejano lado del mundo su instalación Chanóve, citando a las clásicas campanas de su país, y viviendo la experiencia ISLA, recorriendo el desierto, sus alrededores y conociendo su gente junto a los otros artistas como el brasileño Thiago Guedes quien trabajó en una gran instalación compuesta por polígonos espejados llamada Mineralogía del Ser, en perfecta sincronía con las obras de Toro y Alfaro.

El feminismo y la demanda por los derechos de igualdad se hizo presente a través de la brasileña Bárbara Schall, quien presentó ¡En tu seno, oh Libertad! manifestando su preocupación por temas históricos, políticos y sociales de su país relacionados con la historia colonial de América Latina y los abusos ejercidos desde ese fenómeno, hoy manifestado en la violencia contra la mujer. Una bandera confeccionada por telas de distintos colores evoca esta diversidad y fractura alzada y movida por los vientos nortinos.

Y todo esto coronado con un gran texto del polaco Tomasz Matuszak, quien instaló con gigantes letras tridimensionales la frase Like my father – like my son, pequeña variación del proverbio en inglés que habla de las cosas que se dan de la misma manera de generación en generación, apelando así a la importancia misma de la estructura (el muelle) para la ciudad, y que debe ser preservada para las futuras generaciones. Una magnífica e inolvidable entrada y salida para lo que es el recorrido de la última versión del Festival de Arte Contemporáneo SACO7 Origen y mito.

Así es que los siete artistas expositores del Muelle y residentes de ISLA pudieron conversar, reflexionar y cuestionarse acerca del arte contemporáneo, la educación y las nuevas prácticas artísticas con el mismo jurado que consideró que sus obras debían y merecían ser exhibidas en la ciudad de Antofagasta y el desierto. Entre ellos podemos destacar la experiencia de Inés R. Artola, quien defendió desde un principio muchas de las obras finalmente seleccionadas, pudiendo ver una exitosa materialización de los trabajos exhibidos, como por ejemplo el caso de la pieza de la brasileña Bárbara Schall, donde potencialmente podría haber ocurrido un desfase lingüístico, pero que fue muy bien solucionado, y es una de los trabajos que más atención está teniendo por parte del espectador.

Por otro lado, Lola Malavasi estaba expectante e incluso un poco temerosa, por ver cómo funcionarían las obras en un contexto muy diferente al de donde ella viene o que imaginaba, y cómo interactuarían entre ellas. Cierto es que para Malavasi hubo un progreso y trabajo muy rápido del recorrido y diseño de exhibición en el Muelle Histórico, donde las piezas parecían ir emergiendo día a día, como la impactante y llamativa instalación del brasileño Thiago Guedes, Mineralogía del Ser. Ambas profesionales coinciden en la rica puesta en escena final de las obras seleccionadas por ellas mismas, quedando además totalmente satisfechas con la respuesta del público, donde tanto ellas como los artistas conversaron con los asistentes en la inauguración.

La interacción y residencia de los artistas se extendió a través de algunas actividades como el encuentro del costarricense Juan José Alfaro en el Instituto Superior de Comercio Jerardo Muñoz Campos, donde alumnos de segundo medio se enfrentaron a lo que es el arte sonoro contextualizado dentro del arte contemporáneo. Para Alfaro lo más importante era que esta instancia no se transformará en una charla, sino en un diálogo y ejercicio experimental donde los estudiantes pudieran además de conocer los alcances de este arte, los procesos que pueden implicar este tipo de proyectos.  

Así mismo, el brasileño Thiago Guedes también tuvo un encuentro en aula en la British School de Antofagasta, quien habló de su obra y procesos creativos, para luego a través de un taller impulsar a los alumnos a crear sus propios mundos utópicos creando maquetas y dibujos donde la libertad pareció ser lo más anhelado y buscado. La artista chilena-alemana Valeria Fahrenkrog viajó a Mejillones para el tercer encuentro con estudiantes del Complejo Educativo Juan José Latorre Benavente, quien también los invitó a una actividad transversal e interactiva a través de un caso aplicado en la Alemania de los setenta, donde niños y adolescentes son capaces de crear su propia ciudad en escala pequeña, entendiendo así los roles y responsabilidades que cada entidad y persona tienen en una sociedad.

Esta enriquecedora experiencia de residencia, enseñanza y exhibición , finalizó con el viaje de contextualización a Quillagua, conocido como el lugar más seco del mundo, donde el equipo, artistas y jurado pudieron conocer una realidad distante a pesar de estar cerca. La historia pudo ser conocida en parte gracias a las visitas a los Geoglifos de Chug Chug, donde los más antiguos datan del año 1000 A.C., mientras que la mayoría fueron originados entre 900 y 1550 D.C., y al Museo Antropológico de Quillagua con impactantes momias. La inmensidad de la naturaleza y el desierto se impuso a través del Valle de los Meteoritos, donde la reflexión de Inés R. Artola nos hace pensar acerca de nuestra existencia en tanto individuo y colectivo: “…todo esto te hace pensar en la dimensión del ser humano, y ver tantas estrellas en el cielo es un shock y una inspiración que se me mezcló con el pensamiento de la muerte al ver las momias. Ha sido un viaje que a nivel filosófico y de inspiración nos ha abierto a todos la mente y el alma.”  

Para la curadora e historiadora del arte, Marianna Dobkowska, quien gracias al apoyo de la Embajada de Polonia, visitó SACO7 para seleccionar un artista del norte de Chile para que realice una residencia en el CSW Zamej Ujazdowski (Centro de Arte Contemporáneo de Varsovia), la experiencia fue algo realmente sorprendente y enriquecedor: “La experiencia fue realmente fantástica e informativa al mismo tiempo, muy educativa y muy integradora con la gente, así que logré conocer el contexto del lugar gracias a las personas. Es muy importante ver y conocer los lugares y alrededores de Antofagasta, el contexto donde está situada. Fue una situación realmente muy enriquecedora y alucinante para alguien que viene del lado norte del mundo.”