ISLA y Lugar a dudas: el nexo entre dos espacios de arte contemporáneo en Latinoamérica

Desde Cali llega Stephanie Montes, maestra en artes visuales y diseñadora de comunicación visual, con el objetivo de materializar un nexo entre Lugar a dudas, Centro de Arte Contemporáneo en Colombia e ISLA, Instituto Superior Latinoamericano de Arte del Colectivo SE VENDE en Antofagasta (Chile), quien nos cuenta sobre la conexión entre estos dos espacios, además de la experiencia de su primera residencia dentro su trayectoria como artista.

¿Qué te trajo al desierto más árido del mundo y particularmente a ISLA?

Fueron dos cosas que se dieron simultáneamente: primero, una ex residente de acá de ISLA tuvo la intención de poner en contacto Lugar a dudas, espacio de arte contemporáneo en Cali (Colombia), del que hice parte hace tres años atrás, e ISLA, Centro de residencias artísticas en Antofagasta del Colectivo SE VENDE. Ella quería conectar las dos residencias y yo me enteré de eso. Paralelamente, había llegado a mí el Desierto de Atacama, a través de imágenes y un documental de Patricio Guzmán llamado Nostalgia de la luz. Siempre se ha dado en mis trabajos anteriores el tema de la ausencia, lugares que hacen ver al ser humano como algo pequeño, la grandeza del paisaje y sobre todo, paisajes que tienen memoria y que muestran nostalgia, abandono. De alguna forma, el desierto me conectó con eso.

¿Cómo ha alimentado tu trabajo el involucramiento con este territorio particular, tomando en cuenta nuestra historia y cultura?

Desde que pisé Chile en San Pedro de Atacama, empecé a entender un montón de cosas que pasaban aquí y en Latinoamérica en general: su historia de independencia y la violencia  que afecta directamente al territorio. Eso para mí ha sido todo un descubrimiento y ha alimentado mucho mi trabajo en una conexión súper fuerte con la tierra. Acá comencé a relacionarme con la arqueología, porque aquí el nexo con esa disciplina es muy fuerte. El hecho de tener el desierto y el mar, ha despertado mi interés por estudiar la roca, las formas del paisaje. He alimentado una investigación que va a ser muy productiva cuando lo materialice en un trabajo plástico. Tengo el presentimiento que puede ser algo relacionado con la escultura y obviamente con fotografía, que es mi principal vía de trabajo.

¿Podrías contarnos más sobre Lugar a dudas y su trabajo al otro lado de Latinoamérica y cómo éste se relaciona con ISLA?

Lugar a dudas es un Centro de Arte Contemporáneo que aloja tanto proyectos como prácticas, discusiones y encuentros de arte contemporáneo en Cali, así como también otras iniciativas culturales que la comunidad quiera proponer. Por ejemplo, el año pasado, además de acoger proyectos de esta línea artística como tal, también acogió otros como performances musicales, actividades de comunidades afro descendientes, proyectos editoriales, todo lo relacionado con la cultura experimental. Lo que intenta Lugar a dudas es ser un espacio abierto e incluyente para que la gente se sienta libre de ir, proponer y crear. La relación que encuentro entre ambos espacios, es que  ISLA también se dedica a acoger iniciativas de creación contemporánea y es en sí misma una de ellas. En mayor o menor escala, la intención es la misma: abrir una posibilidad, un espacio para el arte en la ciudad, una oportunidad de integración para los artistas de la zona y de otros lugares geográficos.

Las residencias e investigaciones son dos líneas de acción presentes tanto en Lugar a dudas como en ISLA ¿Cuánta importancia crees que tienen ambas en el proceso creativo del artista?

En mi experiencia es primera vez que yo hago residencia y me traslado a otro país. Como una anécdota personal antes de irme de Cali, yo estaba como en un bloqueo total de creación, en blanco, y en el momento en que empecé a viajar, fue una apertura total, o sea, empezó a llegar mucha inspiración, mucha sensibilidad y entendí que eso es muy importante en la trayectoria de un artista, la posibilidad de salir de contexto, de su cotidianeidad y dejar de seguir las mismas líneas del lugar donde reside y trabaja. La cabeza se abre con el hecho de ver otra realidad, otro paisaje, pero también al conocer cómo funciona el entorno del arte en otra parte. A mí me ha ayudado mucho relacionarme con los artistas locales y saber qué han hecho, qué tipo de mecanismos usan, abrirme completamente al territorio y a la realidad de comunidad artística del lugar en donde me encuentro.

Fotografía: www.lugaradudas.org

Fotografías: Residencia Stephanie Montes en ISLA